"TRES GENERACIONES"
Instituto Cultural de Providencia
5 de noviembre al 23 de enero de 2009
Avenida 11 de Septiembre 1995
Estación Metro Pedro de Valdivia
Martes a sábado de 10.00 a 19.00 horas.
Santiago de Chile
Una particular experiencia constituye la exposición "TRES GENERACIONES", porque en ella queda en evidencia la rica herencia genética que privilegia a una familia de artistas. El eje de la misma es el actualmente destacado pintor Hernán Valdovinos, reconocido por lo que él ha definido como "realismo mágico". Expone junto a su madre, Maruja Prats y su hija Alejandra, ocupando las salas de los tres pisos de la sede principal del Instituto Cultural de Providencia.
Maruja Prats, con estudios de arte, dibujo y pintura en la Escuela de Bellas Artes de la Universidad de Chile, y arte dramático en el Teatro Experimental de misma casa de estudios, dirigido en su época, por Pedro de la Barra, la obra de Prats demuestra, en tiempo presente, lo que siempre ha sido su trabajo: definido, en tonos cálidos, entusiasta, joven, inocente, natural, "que no le quitan un ápice de sabiduría callada y tranquilizadora", "como sus flores y visiones, que reúnen la certeza estabilizadora de este mundo y la loca y divina inquietud del misterio artístico", como lo señalaran, en su tiempo, críticos de los diarios de Santiago.
A muy temprana edad, Alejandra Valdovinos estudió en la Academia de Arte de su padre. También canto y música en la "Escuela Pro Jazz" y en la "Escuela Moderna de Música". Luego, sus inquietudes artísticas la conducen a indagar, con mayor profundidad, diferentes técnicas en el dibujo y la pintura, en las academias de Arte del maestro Sergio Stitchkin y del destacado profesor español Martín Soria, para culminar su búsqueda en diversas disciplinas vinculadas al mundo del diseño, tanto de vestuario como de páginas web. Ahí aprende el manejo del arte digital y del grabado.
Esa poli-mixtura de formación clásica y el tecno vanguardismo virtual, le abre paso a un realismo con reminiscencias del Pop Art y cercana a la Neofiguración, que históricamente preconiza un retorno al objeto y a la realidad cotidiana donde se vuelve a representar la realidad ("iconocidad"), en particular la figura humana, pero con las técnicas del informalismo que, a su vez, es la síntesis de las tendencias abstractas y gestuales.