La muestra comprende distintas miradas en torno a las secuencias numéricas, la primera desde la pintura, el segundo desde el objetualismo duro. De este modo, es posible articular un diálogo entre el gesto con que son plasmados manualmente los números sobre la tela, y la medida universal de la regla como patrón de trabajo de los elementos escultóricos.
Es el encuentro de dos artistas que viven en el borde pacífico, que hacen del número y la medida una elocuente forma de pensamiento visual, a través de medios expresivos diferentes.