LOS AÑOS MODERNOS DE CAMILO MORI
7 de mayo al 15 de junio de 2008
Salas Corporación Cultural de Las Condes
Avda. Apoquindo 6570 - F/ 3669393
Martes a domingo, 10.30 a 19.00 hrs.
Salas Corporación Cultural de Las Condes
Avda. Apoquindo 6570 - F/ 3669393
Martes a domingo, 10.30 a 19.00 hrs.
Santiago de Chile
La Corporación Cultural de Las Condes, en conjunto con el Museo Nacional de Bellas Artes y el Museo Histórico Nacional, han organizado la exposición CAMILO MORI. LOS AÑOS MODERNOS, del destacado artista chileno, gestor del modernismo en nuestro país, situando la mirada entre 1920, cuando el artista viaja por primera vez a Europa, hasta su partida a Estados Unidos, a fines de la década del 30.
La exposición, de alrededor de sesenta óleos, dibujos y afiches en serigrafía, se ha montado en las salas del segundo piso de la Corporación e incluye grandes hitos del pintor, como “La Viajera”, “El Boxeador”, varios retratos de su mujer Maruja, “El Circo” y “Pablo Garrido y su guitarra”, y será complementada con cartas y documentos de la época, apuntes realizados por el artista en París y fotografías.
Nacido en Valparaíso, el 24 de septiembre de 1896, Camilo Mori realizó sus estudios artísticos en la Escuela de Bellas Artes. En 1920 viaja por primera vez a Europa, donde toma los primeros contactos con la modernidad pictórica, alejándose de la academia. Su encuentro con Cézanne en París cambió aún más su destino: de ahí en adelante deja su formación realista y naturalista para buscar los colores ardientes, los golpes de espátula, la definición de las formas. “Europa me hizo comprender, en síntesis, que la pintura existía, no en función de la realidad, sino en razón de sí misma”, señaló al visitar una retrospectiva de Cézanne.
De regreso a Chile, Mori impulsa la renovación de la plástica nacional, entre otras cosas, al exhibir el cuadro “La viajera” en el Salón de 1928, uno de los polémicos certámenes en la historia de ese concurso. Como parte de su interés por la modernización del arte en Chile, el pintor dirige el grupo de la Generación del 28, gestionando el envío de destacados artistas jóvenes a París, con el compromiso de que estudiaran las nuevas corrientes del arte y desarrollaran las artes aplicadas. Todos ellos retornaron a Chile en 1931 y muchos se incorporaron a la docencia.
Camilo Mori no regresa a Chile hasta 1933. Durante su estada en Europa se interesó por el cubismo, descomponiendo la forma en cristalizaciones geométricas e incorporando el collage. Además opta por la realización de afiches, colección importante que se encuentra en manos del Museo Histórico Nacional y de la que se exhibirá una decena en esta muestra.
“Mori tendrá un papel protagónico en la forma de aglutinar a los artistas chilenos –señala el especialista Ramón Castillo- Su carisma social y gremial lo llevará siempre a buscar la forma de ayudar a los artistas que viajaban o residían en Europa. Como si se tratara de un cronista de época, veremos en sus bocetos, óleos, ilustraciones y afiches, los lugares visitados, las nuevas opciones estéticas y las nuevas temáticas que protagonizan y promueven la vida moderna: la ciudad que crece y progresa, la bohemia urbana, el diseño y la moda, los gustos y preferencias por un arte que supera la mera imitación de la realidad visible y ahora busca su traducción en formas, líneas, colores y planos cromáticos, cargados de subjetividad, racionalidad o emoción”.
En 1938 realiza un viaje a Estados Unidos, donde permanece dos años. En 1940, junto a un grupo de artistas, funda la Asociación de Pintores y Escultores de Chile - APECH, la que preside por más de una década. En 1950 recibe el Premio Nacional de Arte y en 1964 funda la Academia de Bellas Artes del Instituto de Chile. Fallece en Valparaíso en 1973.
La exposición, de alrededor de sesenta óleos, dibujos y afiches en serigrafía, se ha montado en las salas del segundo piso de la Corporación e incluye grandes hitos del pintor, como “La Viajera”, “El Boxeador”, varios retratos de su mujer Maruja, “El Circo” y “Pablo Garrido y su guitarra”, y será complementada con cartas y documentos de la época, apuntes realizados por el artista en París y fotografías.
Nacido en Valparaíso, el 24 de septiembre de 1896, Camilo Mori realizó sus estudios artísticos en la Escuela de Bellas Artes. En 1920 viaja por primera vez a Europa, donde toma los primeros contactos con la modernidad pictórica, alejándose de la academia. Su encuentro con Cézanne en París cambió aún más su destino: de ahí en adelante deja su formación realista y naturalista para buscar los colores ardientes, los golpes de espátula, la definición de las formas. “Europa me hizo comprender, en síntesis, que la pintura existía, no en función de la realidad, sino en razón de sí misma”, señaló al visitar una retrospectiva de Cézanne.
De regreso a Chile, Mori impulsa la renovación de la plástica nacional, entre otras cosas, al exhibir el cuadro “La viajera” en el Salón de 1928, uno de los polémicos certámenes en la historia de ese concurso. Como parte de su interés por la modernización del arte en Chile, el pintor dirige el grupo de la Generación del 28, gestionando el envío de destacados artistas jóvenes a París, con el compromiso de que estudiaran las nuevas corrientes del arte y desarrollaran las artes aplicadas. Todos ellos retornaron a Chile en 1931 y muchos se incorporaron a la docencia.
Camilo Mori no regresa a Chile hasta 1933. Durante su estada en Europa se interesó por el cubismo, descomponiendo la forma en cristalizaciones geométricas e incorporando el collage. Además opta por la realización de afiches, colección importante que se encuentra en manos del Museo Histórico Nacional y de la que se exhibirá una decena en esta muestra.
“Mori tendrá un papel protagónico en la forma de aglutinar a los artistas chilenos –señala el especialista Ramón Castillo- Su carisma social y gremial lo llevará siempre a buscar la forma de ayudar a los artistas que viajaban o residían en Europa. Como si se tratara de un cronista de época, veremos en sus bocetos, óleos, ilustraciones y afiches, los lugares visitados, las nuevas opciones estéticas y las nuevas temáticas que protagonizan y promueven la vida moderna: la ciudad que crece y progresa, la bohemia urbana, el diseño y la moda, los gustos y preferencias por un arte que supera la mera imitación de la realidad visible y ahora busca su traducción en formas, líneas, colores y planos cromáticos, cargados de subjetividad, racionalidad o emoción”.
En 1938 realiza un viaje a Estados Unidos, donde permanece dos años. En 1940, junto a un grupo de artistas, funda la Asociación de Pintores y Escultores de Chile - APECH, la que preside por más de una década. En 1950 recibe el Premio Nacional de Arte y en 1964 funda la Academia de Bellas Artes del Instituto de Chile. Fallece en Valparaíso en 1973.
