lunes, 6 de marzo de 2000

Más de sesenta obras de arte colonial se exhiben en la Sala Cruz del Sur de la Corporación Cultural de Las Condes, está conformada por joyas del barroco quiteño como “La Virgen de Dolores en el Arte Ecuatoriano”, que trae a Chile el Banco Central del Ecuador. La exposición ha sido gestada en forma especial por la Embajada de Ecuador en Chile y la Corporación Cultural de Las Condes, con motivo de la visita a nuestro país del Presidente del Ecuador, Rafael Correa.

El fervor ecuatoriano a la Virgen Dolorosa se atribuye a un milagro ocurrido el 20 de abril de 1906 en el comedor de internos del Colegio San Gabriel de Quito. Entonces, se asegura, una imagen de la Virgen lloró ante alumnos y profesores. En el año 2006, con motivo del centenario del milagro, se realizó en Quito una gran exposición de piezas de escultura y pintura en torno a la Virgen de Dolores, pertenecientes a las Reservas de Arte del Museo Nacional, perteneciente al Banco Central del Ecuador.

“El Ecuador atesora uno de los grandes legados de la cultura hispanoamericana: la Escuela Quiteña, que se origina y desarrolla en el período colonial hispánico, desde el siglo XVI hasta el siglo XVIII. Cuando llegan los españoles a Quito, construyen magníficos conventos e iglesias, y el catolicismo se convierte en el centro de la instrucción religiosa y la promoción del arte”, señala el Embajador del Ecuador, Francisco Borja Cevallos.

Las obras son de excepcional valor artístico, histórico y estético. Según la investigadora de la exposición, Magdalena Gallegos de Donoso, “el arte es una de las más hermosas formas en que el hombre se expresa, trasmite sus vivencias más profundas, su filosofía de vida y el testimonio de su fe. El arte religioso cristiano está cargado de significación, por lo cual hay que adentrarse en el manejo bíblico, en aspectos de doctrina, en la tradición apócrifa y en la devoción popular para apreciar, no únicamente las consideraciones estéticas, sino el mensaje evangelizador con el cual fue concebido”.

Y continúa: “El arte barroco quiteño es un objeto estético digno de la contemplación de historiadores y críticos pero es sobre todo, un testimonio de fe; su lenguaje no es solamente el formal y académico, sino que se adenta en el mensaje convirtiéndose en eficaz herramienta de evangelización y adoctrinamiento; las ideas que representan son signos de lectura inmediata cuya lectura e interpretación gráfica era tan evidente como la palabra o el lenguaje escrito”.

Así, en esta extraordinaria exposición, el público podrá contemplar el arte producido durante el siglo XVIII en la Escuela Quiteña al amparo de Gremios y Cofradías, las distintas técnicas artísticas pictóricas y escultóricas elaboradas en diversos soportes: tela, maderas, marfil, hueso, vidrio; encarnados, estofados, chinesco, esculturas de vestir, óleo sobre láminas de cobre y hojalata.
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