TATIANA LASTARRIAen
Galería Patricia Ready
Exposición
“CANCIÓN DE AMOR”
Fecha
16 de junio al 31 de julio de 2010
Dirección
Espoz 3125, Vitacura. Santiago
Horario
Lunes a viernes 10:30 - 20:00 horas
Exposición
“CANCIÓN DE AMOR”
Fecha
16 de junio al 31 de julio de 2010
Dirección
Espoz 3125, Vitacura. Santiago
Horario
Lunes a viernes 10:30 - 20:00 horas
Sábado y festivos 10:30 - 18:00 horas.
Tatiana Lastarria, artista chilena que vive y reside en Valparaíso, le ha dado un sello propio a sus obras: el uso exclusivo de grises. En junio presentará en la sala gráfica de Galería Patricia Ready un conjunto de óleos de mediano formato bajo el título “Canción de amor”.
En esta ocasión la artista presentará 8 óleos sobre tela donde apreciaremos en todos imágenes de humo. Lastarria se aferra a dos puntos importantes al desarrollar estas obras. Por un lado, para ella el humo tiene una especial similitud con el arte: ambos expían y eliminan los demonios interiores y exteriores. En muchas culturas implica una unión entre lo terrenal y lo celestial; la trasmutación de algo material y palpable a algo incorpóreo. Por otro lado, lo interesante de plasmar figurativamente algo abstracto; generando una ambivalencia, el querer “presentar una pintura abstracta sin perder la ilusión realista que he trabajado en estos años”, declara la artista. Un desprendimiento de la descripción sin abandonar la figuración.
Sus obras nacen de la reflexión entorno al problema metafísico del tiempo, la falsa ilusión de permanencia y la caducidad de lo material. Sin embargo, no es desde una perspectiva pesimista, sino todo lo contrario: “estas imágenes que representan humo también son evidencia de una batalla personal. La pintura se ha vuelto muchas veces una forma de luchar contra un mundo estúpido y mediocre. La pintura, así como el humo, tiene el poder benéfico de expiar y eliminar los enemigos interiores y exteriores. Esta lucha siempre optimista despierta las fuerzas creadoras instintivas del acto de pintar que se van volviendo más reflexivas a medida que me concentro en el trabajo.”
No sólo el tema de su obra nace de una reflexión profunda, sino también la ejecución: “La práctica de la pintura es para mi un acto de fe, tengo una total creencia en el cuadro. En una época en que la libertad artística y los procesos de experimentación (sobre todo en los sistemas multimediales) suelen resultar tal vez más atractivos, creo que las limitaciones provenientes del formato y la superficie del cuadro actúan como estimuladoras de la creatividad en vez de bloquearla. De esta manera la práctica de la pintura se convierte en un todo inseparable que me permite plantear mis inquietudes intelectuales.”
Tal como se desvanece el tiempo y lo material, en estas pinturas se ha desvanecido el color, dando total participación a la gama de grises.
En esta ocasión la artista presentará 8 óleos sobre tela donde apreciaremos en todos imágenes de humo. Lastarria se aferra a dos puntos importantes al desarrollar estas obras. Por un lado, para ella el humo tiene una especial similitud con el arte: ambos expían y eliminan los demonios interiores y exteriores. En muchas culturas implica una unión entre lo terrenal y lo celestial; la trasmutación de algo material y palpable a algo incorpóreo. Por otro lado, lo interesante de plasmar figurativamente algo abstracto; generando una ambivalencia, el querer “presentar una pintura abstracta sin perder la ilusión realista que he trabajado en estos años”, declara la artista. Un desprendimiento de la descripción sin abandonar la figuración.
Sus obras nacen de la reflexión entorno al problema metafísico del tiempo, la falsa ilusión de permanencia y la caducidad de lo material. Sin embargo, no es desde una perspectiva pesimista, sino todo lo contrario: “estas imágenes que representan humo también son evidencia de una batalla personal. La pintura se ha vuelto muchas veces una forma de luchar contra un mundo estúpido y mediocre. La pintura, así como el humo, tiene el poder benéfico de expiar y eliminar los enemigos interiores y exteriores. Esta lucha siempre optimista despierta las fuerzas creadoras instintivas del acto de pintar que se van volviendo más reflexivas a medida que me concentro en el trabajo.”
No sólo el tema de su obra nace de una reflexión profunda, sino también la ejecución: “La práctica de la pintura es para mi un acto de fe, tengo una total creencia en el cuadro. En una época en que la libertad artística y los procesos de experimentación (sobre todo en los sistemas multimediales) suelen resultar tal vez más atractivos, creo que las limitaciones provenientes del formato y la superficie del cuadro actúan como estimuladoras de la creatividad en vez de bloquearla. De esta manera la práctica de la pintura se convierte en un todo inseparable que me permite plantear mis inquietudes intelectuales.”
Tal como se desvanece el tiempo y lo material, en estas pinturas se ha desvanecido el color, dando total participación a la gama de grises.
